martes, 6 de octubre de 2015

Hierro en la dieta

HIERRO EN LA DIETA

Hierro en la dieta o hierro y dieta. El hierro es un mineral que se encuentra en cada célula del cuerpo y se lo considera un mineral esencial debido a que se necesita para formar parte de las células sanguíneas.

FUNCIONES

El cuerpo humano necesita hierro para producir las proteínas hemoglobina y mioglobina que transportan el oxígeno. La hemoglobina se encuentra en los glóbulos rojos y la mioglobina en los músculos.
El hierro también es parte de muchas proteínas en el cuerpo.

FUENTES ALIMENTICIAS

Las mejores fuentes de hierro abarcan:
  • Legumbres secas
  • Frutas deshidratadas
  • Huevos (especialmente las yemas)
  • Cereales fortificados con hierro
  • Hígado
  • Carne roja y magra (especialmente la carne de res)
  • Ostras
  • Carne de aves, carnes rojas oscuras
  • Salmón
  • Atún
  • Granos enteros
Igualmente, en la carne de cordero, la carne de cerdo y en los mariscos se encuentran cantidades moderadas de hierro.
El hierro proveniente de hortalizas, frutas, granos y suplementos es más difícil de absorber. Estas fuentes abarcan:
  • Frutas deshidratadas:
    • ciruelas pasas
    • uvas pasas
    • albaricoques
  • Legumbres:
    • habas
    • semillas de soya (soja)
    • arvejas (guisantes) y fríjoles secos
    • habichuelas
  • Semillas:
    • almendras
    • nueces de Brasil
  • Verduras como:
    • brócoli
    • espinaca
    • col rizada
    • coles
    • espárragos
    • hojas de diente de león
  • Granos enteros:
    • trigo
    • mijo
    • avena
    • arroz integral
Si se mezcla algo de carne magra, pescado o carne de aves con legumbres o verduras de hojas oscuras en una comida, se puede mejorar hasta tres veces la absorción de hierro de fuentes vegetales. Los alimentos ricos en vitamina C también aumentan la absorción de hierro.
Algunos alimentos reducen la absorción de hierro: por ejemplo, los tipos comerciales de té negro o té pekoe contienen sustancias que se fijan al hierro de tal manera que el cuerpo no lo puede utilizar.

EFECTOS SECUNDARIOS

El cuerpo humano almacena algo de hierro para reemplazar el que se pierde. Sin embargo, los niveles bajos de este elemento durante un período de tiempo prolongado pueden llevar a que se presente anemia ferropénica. Los síntomas abarcan falta de energía, dificultad para respirar, dolor de cabeza, irritabilidad, vértigo o pérdida de peso. Para mayor información sobre esta afección, ver el artículo anemia ferropénica.
Las personas que están en peligro de tener niveles bajos de hierro son, entre otras:
  • Mujeres menstruantes, en especial si tienen períodos menstruales profusos
  • Mujeres embarazadas o que acaban de tener un bebé
  • Atletas de grandes distancias
  • Vegetarianos estrictos
  • Personas con cualquier tipo de sangrado en los intestinos (por ejemplo, una úlcera sangrante)
  • Personas que donan sangre frecuentemente
  • Personas con afecciones gastrointestinales que les dificultan la absorción de nutrientes de los alimentos
Los bebés y niños pequeños están en riesgo de presentar niveles de hierro bajos si no reciben los alimentos apropiados. Los bebés que pasan a ingerir alimentos sólidos, deben consumir alimentos ricos en hierro. Los bebés por lo general nacen con suficiente hierro que dura aproximadamente 6 meses y las necesidades adicionales de hierro se satisfacen con leche materna; por esta razón, a los bebés que no son amamantados se les debe suministrar suplementos de hierro o leche de fórmula para bebés fortificada con hierro.
Los niños entre 1 y 4 años de edad crecen rápidamente, lo cual consume el hierro del cuerpo. A estos niños se les deben suministrar suplementos de hierro o alimentos fortificados con este elemento. Nota: la leche es una fuente muy pobre de hierro y los niños que la beben en grandes cantidades evitando otros alimentos pueden desarrollar “anemia por leche”. El consumo de leche recomendado es de 2 a 3 tazas por día para niños que están comenzando a caminar.
Los adolescentes son más propensos a presentar bajos niveles de hierro debido a las tasas rápidas de crecimiento y los hábitos alimentarios incongruentes.
DEMASIADO HIERRO
El trastorno genético llamado hemocromatosis afecta la capacidad del cuerpo para controlar la cantidad de hierro absorbido, lo cual lleva a la presencia de demasiada cantidad de este elemento en el cuerpo. El tratamiento consiste en una dieta baja en hierro, ningún suplemento de este elemento y la flebotomía (extracción de sangre) realizada en forma regular.
Es improbable que una persona tome demasiado hierro. Sin embargo, los niños algunas veces pueden desarrollar intoxicación por hierro al ingerir demasiados suplementos de este elemento. Los síntomas de esta intoxicación abarcan:
  • Fatiga
  • Anorexia
  • Vértigo
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida de peso
  • Dificultad respiratoria
  • Coloración grisácea de la piel
Ver: Centro Nacional de Control de Envenenamientos (centro de toxicología).

RECOMENDACIONES

El Comité de Nutrición y Alimentos del Instituto de Medicina (Food y Nutrition Board at the Institute of Medicine) recomienda lo siguiente:
Bebés y niños:
  • Menores de 6 meses: 0.27 miligramos por día (mg/día)
  • De 7 meses a 1 año: 11 mg/día
  • De 1 a 3 años: 7 mg/día
  • De 4 a 8 años: 10 mg/día
Hombres:
  • De 9 a 13 años: 8 mg/día
  • de 14 a 18 años: 11 mg/día
  • de 19 o más: 8 mg/día
Mujeres:
  • De 9 a 13 años: 8 mg/día
  • De 14 a 18 años: 15 mg/día
  • De 19 a 50 años: 18 mg/día
  • De 51 años o más: 8 mg/día
Las mujeres que están embarazadas o produciendo leche materna pueden necesitar cantidades diferentes de hierro. Se recomienda preguntarle al médico sobre lo que es apropiado en cada caso particular.

TENGO LA FERRITINA ALTA. ¿QUE SIGNFICA?

La ferritina es una proteína especialmente abundante en el hígado, que tiene como misión la de “almacenar” el hierro.  Una pequeña cantidad de ferritina se halla circulante en el torrente circulatorio y constituye una medida indirecta del nivel de ferritina hepática. De todo ello se deduce que la ferritina circulante nos sirve para inferir la cantidad de hierro corporal y, por tanto, si éste está en déficit o en exceso.
Los niveles bajos de ferritina circulante nos ayudan enormemente al diagnóstico del déficit de hierro (ferropenia). Cuando una persona tiene anemia basta medir su nivel de ferritina para (si éste es bajo) poder diagnosticar si la enfermedad se debe a déficit de hierro. En este sentido, la medida de la ferritina circulante ha supuesto un tremendo avance para la medicina. Hasta aquí las buenas noticias, las malas noticias empiezan precisamente en la sobrecarga de hierro.
Como hemos comentado, la síntesis de ferritina se estimula con el incremento del hierro corporal, pero también se estimula en otras patologias, como el abuso de alcohol, la enfermedad hepática o la presencia de inflamación. De ello se deduce que el encontrar la ferritina alta en un paciente no es prueba suficiente de que éste sufra sobrecarga de hierro. El ascenso en el nivel de ferritina puede deberse también a otras causas. Por eso el paciente con ferritina alta consituye un reto diagnóstico para su médico.
Es frecuente hallar personas con niveles de ferritina altos. En un estudio realizado por nuestro equipo 5 de cada 100 hombres de más de 50 años en España tienen un nivel de ferritina superior a 500 microgramos/L (que es un nivel francamente alto). Algunos estudios realizados por nuestro equipo y otros demuestran que en la mayoría de esos casos, dicho nivel de ferritina no corresponde a una sobrecarga real y grave de hierro. Antes de pensar en sobrecarga de hierro, el médico que atiende a un paciente con ferritina alta debe sospechar antes otros diagnósticos.
Para el diagnóstico del paciente lo primero que debe realizarse es un índice de saturación de transferrina. Si éste parámetro es superior al 45% en dos ocasiones debe sospecharse la hemocromatosis hereditaria. Un test genético nos aclarará si realmente se trata de dicha enfermedad (las personas con hemocromatosis son homocigotas C282Y en un gen denominado HFE). En caso que la saturación sea inferior a 45% podremos excluir este diagnóstico y seguir con el estudio clínico del paciente.
Lo más frecuente es que el paciente sufra una condición que denominamos dismetabolismo. Se trata de un transtorno relacionado con el sobrepeso en el que coexisten alteraciones metabólicas como diabetes, elevación de grasas y/o colesterol en la sangre e hipertensión. La corrección de estas anormalidades metabólicas conduce a una moderación en los niveles de ferritina.
Otra causa de elevación de la ferritina es la enfermedad hepática o el abuso del alcohol. El médico debe asegurarse que el paciente no sufriera algún tipo de alteración hepática o exceso en el consulmo de alcohol que sean la causa de la elevación.
Todo tipo de enfermedad inflamatoria conlleva también la elevación de la ferritina. Algunas enfermedades reumatológicas o infecciosas pueden provocar el ascenso en la ferritina. Existen marcadores bioquímicos que informan sobre la inflamación presente en el organismo y que nos alertan acerca que la causa de la elevación sea ésta.
Algunos tipos de anemia (nivel bajo de glóbulos rojos) también se relacionan con la elevación de la ferritina. Todo paciente con un nivel alto de ferritina y anemia debe ser visitado por un hematólogo que establecerá hasta que punto los dos sucesos se hallan relacionados.
Existe un raro cuadro denominado síndrome de hiperferritinemia y cataratas que se caracteriza por niveles muy elevados de ferritina en personas con cataratas diagnosticadas en edad temprana. La presencia de cataratas precoces en una familia con niveles altos de ferritina debería poner sobre la pista de este transtorno.
Si el paciente no parece sufrir ninguno de los trastornos previamente expuestos es necesario realizar estudios encaminados a descartar la presencia de cáncer. El cáncer puede ser la causa de una elevación en la ferritina y por tanto también debe ser excluído.
Por último, si ninguno de estos diagnósticos parece corresponder al paciente, parece recomendable tomar una decisión que depende del nivel de ferritina sérica. Si ésta es inferior a 1000 microgr/L el seguimiento clínico parece la opción más recomendable. Sin embargo, si el nivel de ferritina es superior a 1000 microgr/L deberá realizarse una medida directa del hierro hepático. Nuestra recomendación es que se realice una resonancia magnética hepática si no está contraindicada, y en caso que ésta detecte un depósito hepático superior a 7 mg/g (125 micromol/g) deberá valorarse la realización de una biopsia hepática con cuantificación bioquímica del hierro.
http://www.hemocromatosis.es/tengo-ferritina.html 

El hierro fortalece el sistema inmunológico y ayuda a prevenir y a tratar la anemia

El hierro es un mineral de mucha importancia para el organismo humano ya que participa en la producción de hemoglobina, componente principal de los glóbulos rojos; también contribuye a la formación de las proteínas musculares y a la metabolización de ciertas enzimas del cuerpo. Es uno de los principales indicadores de que el organismo trabaja de manera correcta o de que algo falla. El hierro es por tanto, un mineral indispensable para el cuerpo humano, pero en su justa medida. Si escasea, surge la anemia ferropénica y, si sobra, además de acortar la vida provoca una enfermedad llamada hemocromatosis.

Es imprescindible para que el cuerpo libere oxígeno, o sea, energía, a través de todas las células del cuerpo y para eliminar el dióxido de carbono. El organismo lo absorbe de distintas maneras según sus necesidades, lo cual fortalece sus defensas y mantiene el cuerpo energizado y la mente fresca. Por tanto, es muy importante mantener una dieta que garantice las dosis diarias requeridas. Las deficiencias del hierro en el organismo se expresan en debilidad, dificultades respiratorias, palpitaciones, anemia, palidez y susceptibilidad a las infecciones.
Ahora bien, para estar bien no es necesario acumular mucho hierro en el organismo. Hay que tener solo el justo para que ejerza sus funciones, como formar parte del pigmento de la hemoglobina (glóbulos rojos), responsable del transporte de oxígeno a todas las células del organismo.

Cantidad óptima de hierro

El hierro está en todos los glóbulos rojos de la sangre, pero también se acumula a modo de depósito en elhígado. El cuerpo humano no está preparado para eliminarlo de manera eficiente y lo acumula durante toda la vida. La cantidad óptima corporal es de 1,2 gramos en una persona adulta. Si es inferior, significa que el mineral es deficitario y se padece anemia ferropénica. A partir de 2 gramos se considera que es excesivo y que se sufre hemocromatosis o sobrecarga de hierro, tan perjudicial para la salud como su déficit. La cantidad se puede conocer mediante el índice de saturación de transferrina o la ferritina, con un análisis de sangre habitual. No hay que confundirlo con el recuento de glóbulos rojos, que también se realizan en los mismos análisis con el fin de detectar si se sufre anemia por concentración baja de hemoglobina.

Cuando falta

La anemia ferropénica es la enfermedad más frecuente en la humanidad. Está muy extendida en Latinoamérica y es más común en mujeres que en hombres debido a las pérdidas del mineral de forma natural por  las menstruaciones. Se estima que afecta al 10% de las mujeres en edad fértil y también a niños de 2 a 5 años que por su causa pueden sufrir alteraciones cognitivas.
Un síntoma propio de la anemia es el cansancio extremo, la palidez y otras repercusiones en la piel, caída y deslucimiento del pelo, uñas quebradizas o desarrollo de estrías alrededor de la boca. Según estudios recientes, el déficit de hierro podría relacionarse, además, con el síndrome de las piernas inquietas, un trastorno neurológico que impide dormir y que lleva a mover compulsivamente las piernas.
La anemia se trata con suplementos de hierro, bajo prescripción médica y un control en la alimentación, que debe incluir carne roja (ternera), aunque también puede ser blanca (pollo), hígado o productos con sangre (morcilla). El que aportan las espinacas o las lentejas es más difícil de absorber.

Cuando se sobre pasa la cantidad adecuada

La mitad de la población de más de 50 años registra en su organismo un exceso de hierro. Esta enfermedad, denominada hemocromatosis, puede ser hereditaria por causas genéticas que impiden absorber el hierro por la dieta normal y que hacen que se acumule a lo largo de la vida. Alrededor de 1 de cada 1.000 personas (el 1% de la población) están predispuestas a la hemocromatosis y tiene especial incidencia entre la población masculina.
También puede ser una dolencia secundaria, debido a enfermedades que obligan a hacer transfusiones periódicas a los afectados que, a su vez, producen una sobrecarga de hierro (una unidad o bolsa de sangre contiene alrededor de 200 mg) en varios órganos que el organismo no puede eliminar y que se acumulan.
Cuando la acumulación de hierro alcanza los 5 gramos en el cuerpo puede provocar problemas de salud muy graves, como cirrosis hepática, cáncer de hígado, de páncreas, diabetes, artropatías e, incluso, la muerte, si no se trata a tiempo. 

Tipos de Hierro

Hierro hémico: Es de origen animal y se absorbe en un 20 a 30%. Su fuente son las carnes (especialmente las rojas).
Hierro no hémico: Proviene del reino vegetal, es absorbido entre un 3% y un 8% y se encuentra en las legumbres, hortalizas de hojas verdes, salvado de trigo, los frutos secos, las vísceras y la yema del huevo.
Los inhibidores de la absorción de hierro no hémico son el té, café, la leche, la clara del huevo, el salvado de trigo y los productos de soja.

Funciones del hierro

Estas son algunas de las funciones que el hierro realiza en el organismo:
Es indispensable para el transporte de oxígeno por la sangre hacia los tejidos. El grupo hemo o hem que forma parte de la hemoglobina y mioglobina está compuesto por un átomo de hierro. Estas son proteínas que transportan y almacenan oxígeno en nuestro organismo. La hemoglobina, proteína de las sangre, transporta el oxígeno desde los pulmones hacia el resto del organismo. La mioglobina juega un papel fundamental en el transporte y el almacenamiento de oxígeno en las células musculares, regulando el oxígeno de acuerdo a la demanda de los músculos cuando entran en acción.
Es un elemento transportador de proteínas.
Forma parte de la estructura de las enzima, catalasa y peroxidas, que nos defiende contra los radicales libres. Las catalasas y las peroxidas son enzimas que contienen hierro que protegen a las células contra la acumulación de peroxido de hidrógeno (químico que daña a las células) convirtiéndolo en oxígeno y agua.
Es necesario para la metabolización de las vitaminas del grupo B.
Metabolismo de energía: Interviene en el transporte de energía en todas las células a través de unas enzimas llamadas citocromos que tienen al grupo hemo o hem (hierro) en su composición.
Síntesis de ADN El hierro interviene en la síntesis de ADN ya que forma parte de una enzima,ribonucleótido reductasa que es necesaria para la síntesis de ADN y para la división celular.
Sistema nervioso El hierro tiene un papel importante en sistema nervioso central ya que participa en la regulación los mecanismos bioquímicos del cerebro, en la producción de neurotransmisores y otras funciones encefálicas relacionadas al aprendizaje y la memoria como así también, en ciertas funciones motoras y reguladoras de la temperatura.
Detoxificación y metabolismo de medicamentos y contaminantes ambientales
El Citocromo p450 es una familia de enzimas que contienen hierro en su composición y que participa en la degradación de sustancias propias del organismo (esteroides, sales biliares) como así también en la detoxificacion de sustancias exógenas, es decir la liberación sustancias que no son producidas por nuestro organismo.
Sistema inmune La enzima mieloperoxidasa está presente en los neutrófilos que forman parte de las células de la sangre encargadas de defender al organismo contra las infecciones o materiales extraños. Esta enzima, que presenta en su composición un grupo hemo (hierro), produce sustancias (ácido hipocloroso) que son usadas por los neutrófilos para destruir las bacterias y otros microorganismos.

Consejos para tener niveles óptimos de hierro

Los hombres no deberían comer carne roja más de una vez a la semana porque no pierden hierro de ninguna forma natural.
Las personas de más de 50 años han de abstenerse de tomar alimentos enriquecidos con este mineral, como leches o cereales.
Las mujeres en edad fértil deben tomar al menos dos o tres veces por semana carne, hígado o productos procedentes de la sangre como la morcilla.
Conviene, siempre que sea posible, dar leche materna y cereales enriquecidos a los niños más pequeños.
Beber algún jugo ácido, de naranja o limón, después de un alimento con hierro ayuda a que nuestro organismo lo pueda absorber mejor.
Donar sangre beneficia a los demás y a uno mismo, porque permite eliminar el mineral sobrante sin llegar a la anemia.

Beneficios del hierro para la salud 

Ayuda a tratar y prevenir la anemia.
Su consumo reduce los riesgos de padecer fatiga y debilidad.
Fortalece el sistema inmunológico.
Ayuda a tonificar la piel.
Mejora las vías respiratorias.
Favorece el adecuado crecimiento y desarrollo del organismo en las distintas etapas.
Agudiza las habilidades mentales.
Aumenta los niveles de energía corporal.
Favorece el sueño y previene el insomnio.
Ayuda a prevenir las dificultades de aprendizaje en la infancia.
En los escolares, ingerir suplementos ferrosos mejora la concentración.
Fortalece las uñas.
Reduce los riesgos de contraer enfermedades infecciosas.
La ingestión diaria de suplementos de hierro durante el período menstrual alivia los malestares propios de este evento.
Las fuentes alimenticias de hierro más importantes son:
Hígado, Filete de res, Hamburguesas, Habichuelas cocidas, Habichuelas blancas, Carne de cerdo, Soya, Pescado, Pollo, Cereales fortificados en hierro, Avena, Pan integral, Ciruelas pasas
Pasas de uva, Ciruelas, Espinaca, Espárrago, Semillas (calabaza, girasol, etc.).

La Hemocromatosis es una enfermedad que afecta al metabolismo del hierro dando como resultado un exceso de hierro en  la sangre y los órganos,  pudiendo causar daños orgánicos como cirrosis, diabetes, problemas de corazón, etc. Se diagnóstica por un exceso de ferritina, la principal molécula que almacena el hierro en nuestro organismo. La aparición en los análisis e depósitos altos de ferritina indica un nivel de hierro alto.
Esta enfermedad puede ser hereditaria (debido a una alteración genética) o aquirida-secundaria (producida por ciertas patologías). Hay mediciación alopática para controlar los niveles de hierro e incluso uno de los métodos más común de control son las transfusiones sanguíneas;  me parece un método muy solidario :-)
La prevención es muy importante en los dos casos. Sobre todo debemos cuidar nuestra alimentación, eliminando de nuestra dieta alimentos ricos en hierro y dañinos para nuestros órganos sobre todo al hígado.

ALIMENTOS QUE DEBEMOS ELIMINAR DE NUESTRA DIETA

  • Alcohol.
  • Carnes rojas.
  • Hígado.
  • Pescados o mariscos crudos.
  • Controlar la cantidad de Vitamina C ya que esta ayuda a una mejor asimilación del Fe.
  • Frutos secos y frutas deshidratadas ej avellanas, almendras, dátiles.
  • Legumbres e.j lentejas.
  • Verduras verdes ej espinacas, berros.
  • Hortalizas frescas como la zabahoria.
  • Aceitunas.
  • Chocolate.
  • Miel.
  • Cereales (tanto los integrales como los ya envasados para el desayuno) ejemplo;germen de trigo, avena, centeno.

PLANTAS MEDICINALES QUE NOS PUEDEN AYUDAR

Todas las plantas medicinales protectoras y depuradoras del hígado nos vendrán genial, podremos tomarlas en infusión o en tintura: Cardo mariano, Alcachofa, Boldo y Diente de león.
Eso si, no debemos tomarlas en grandes cantidades ni un tiempo muy continuado, por el aporte de hierro que tienen estas plantas. De vez en cuando también puede ser aconsejable tomar infusiones de ortiga verde y cola de caballo para depurar y limpiar nuestro organismo y sangre.
Para más información pincha aquí.